CONOCIENDO LA HISTORIA DE LA DEMARCACION DE LAS FRONTERAS DEL PARAGUAY
El Primer Demarcador de los Límites de la República del Paraguay Capitán de Fragata Domingo Antonio Ortiz (1830-1889)
● Domingo Antonio Ortiz nació en Caraguatay entre los años 1830-1831. (según el historiador César Cristaldo)
● Ingresó a la Armada nacional en el año 1853 con el grado de SubTeniente.
● Integró la tripulación del buque “Rio Negro”, en sus primeros años de servicio.
● Diez años más tarde, comenzó su participación en la Guerra Guazú, en las campañas de la retirada de Corrientes.
● En junio de 1865 durante la batalla de Riachuelo estuvo al mando del buque “Yporá”
● El 30 de noviembre de 1865, por su bravura y valentía fue condecorado con la Estrella de Caballero de la Orden del Mérito.
● El 12 de enero de 1866 fue nombrado Segundo Comandante en la Fuerte de Itapirú.
● En septiembre de 1866, por su brillante actuación en Curupayty, recibió la Insignia de Oficial de la Orden del Mérito.
● En 1867 es nombrado Comandante de Artillería en las fortificaciones de Timbó.
● El 24 de marzo de 1868 fue ascendido a Capitán de Corbeta. Pero su participación en la Guerra concluyó en diciembre de ese año, al ser hecho prisionero en Angostura.
● Finalizada la Guerra, regresó al Paraguay donde ocupó cargos importantes para la reconstrucción de la República. Ya el 1ro.de septiembre de 1870, ejerció como Juez de 1ra.Instancia en lo Civil, relevando en este cargo a Juan Silvano Godoy.
● El 4 de agosto de 1871, fue nombrado Capitán del Puerto de Asunción, bajo la presidencia de Cirilo Antonio Rivarola.
● En septiembre de 1871, sirvió como Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública.
● Fue además protagonista en la reconstrucción del Ejército, presidiendo la Comisión Verificadora de Grados Militares, para establecer un Escalafón Militar. Solicitó su escalafonamiento en su grado de Capitán de Fragata, lo cual fue aprobado por el Congreso tres años más tarde.
● Por Decreto del 17 de junio de 1872, el Capitán Domingo Ortiz fue nombrado por el Presidente Salvador Jovellanos, Representante (Primer Comisario Demarcador) ante la Comisión Mixta Demarcadora de la línea divisoria entre Brasil y Paraguay. Según Efraím Cardozo, el trabajo realizado por Ortiz permitió que el Paraguay defendiera con firmeza sus derechos sobre los Saltos del Guairá. El Paraguay entonces estaba ocupado, con fuerzas militares brasileñas viviendo en Asunción. A pesar de ésto, el Capitán se mantuvo firme en sus gestiones y logró hacer valer los derechos del Paraguay sobre los Saltos del Guairá.
● El 8 de Junio de 1874, Domingo Antonio Ortiz celebró con su par brasileño la última Conferencia (la Nro.12) de la Comisión Mixta Demarcadora, con motivo de la conclusión de los trabajos de demarcación, (desde los Saltos del Guairá, bajando por el río Paraná) hasta la boca del río Yguazú, que es la designada como término de la línea divisoria entre la República del Paraguay y el Imperio del Brasil.
Asunción, agosto 26 de 1875.
N° 145
Señor Ministro:
Elevo al conocimiento del Supremo Gobierno por intermedio del Ministro a su digno cargo la relación de los trabajos de la Comisión Mixta demarcadora de Límites entre el Paraguay y el Brasil, según el Tratado de límites celebrado con el Imperio en 9 de enero de 1872, y conforme a las instrucciones expedidas por el Superior Gobierno para guía de los servicios en el cumplimiento de mi cometido.
Dios guarde al Señor Ministro
Domingo A. Ortiz
Al ciudadano Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Hacienda,
Encargado interinamente de la Cartera de Relaciones Exteriores
Coronel de Artillería Don Emilio Gill
Año 1875
Memoria de la Comisión de límites
Notas R. E. Domingo Antonio Ortiz, Demarcador del Paraguay
Comisión de Límites entre el Paraguay y el Brasil
El 17 de junio de 1872, el Gobierno del Presidente Don Salvador Jovellanos nombró al Señor Capitán Domingo Antonio Ortiz, como Comisario Demarcador del Paraguay, para practicar la demarcación de la línea divisoria de Frontera entre el territorio de la República del Paraguay y el del Imperio del Brasil; y asume sus funciones recibiendo las “Instrucciones del Gobierno Paraguayo” de manos del Canciller José Falcón, en fecha 22 de julio de 1872. Por parte paraguaya la Comisión Mixta se integró con el Capitán de Infantería Carlos Vazquez, como adjunto y José Dolores Espinoza, como Secretario.
El 1° de Agosto quedó conformada la Comisión Mixta con el Demarcador brasilero Coronel de Ingenieros Rufino Eneas Gustavo Galvao, completandose con el Mayor de ingenieros Francisco J. Lopez de Araujo como 2°. Comisario, y con dos Ayudantes, los Capitanes: Oliveira Pimentel y Guillermo Sassance.
La Comisión Mixta Paraguayo Brasileña zarpó ese mismo día, con destino a la confluencia del Río Apa, con el Vapor brasilero “Visconde do Rio Branco”. El 12 de Agosto llegaron a la barra del río Apa, desembarcaron y establecieron sus campamentos en la margen derecha del Apa. Por invitación del Comisario del Brasil, el 16 de agosto se reunió por primera vez la Comisión Mixta y se procedió al examen de las Credenciales y de las Instrucciones dadas a cada Comisario por sus respectivos Gobiernos.
Llamativamente dichas “Instrucciones”, brasileña y paraguaya, tienen notables similitudes. En ambas instrucciones la demarcación se inicia por la desembocadura del río Apa en el río Paraguay. (Al revés del trayecto descrito por el Tratado que “inicia” la línea de frontera, a partir de la desembocadura del río Yguazú en el río Paraná).
Las Instrucciones brasileñas advierten a su Demarcador sobre las diferentes interpretaciones que pudieran darse sobre los afluentes del río Apa. Le indica por ejemplo, sobre un afluente al norte denominado “Pedra de Cal” sobre el cual podrían haber dudas si fuese el principal del Apa o tan solo un afluente de este río. Se adelanta el Gobierno brasileño en afirmar que “no tiene dudas que el Pedra de Cal es tan solo un afluente que viene del norte y que la verdadera y principal vertiente es el ramal sur del Apa”. El escrito brasileño no se detiene en demasía con el “Arroyo Estrella” que en la posición brasileña es “otro ramal sur” al cual, no le atribuía, lo que finalmente sí ocurrió, la condición de naciente principal del Apa.
En cambio las Instrucciones del gobierno paraguayo a su Comisario, nada dicen del río Pedra de Cal, pero sí se detienen en el arroyo Estrella, señalando que éste sería nada más que un afluente y que el verdadero río Apa, correría como el ramal norte de esa bifurcación del río. Este fue el verdadero motivo del interés del Paraguay por defender su interpretación sobre el verdadero Apa, en razón de que el Arroyo Estrella resultaba tan solo un afluente. Acá estaría la razón por la cual ambos Comisarios no se pondrían de acuerdo y en base a lo establecido en ambas Instrucciones, debían recopilar antecedentes del caso, mapas y todo otro elemento de convicción y remitirlas a sus respectivos Gobiernos.
Ambos instrumentos hacen recomendaciones para hallar las mayores alturas en las cordilleras del Amambay, primero y luego, en las del Mbaracayú. Ambas también advierten que al momento de encontrarse a la altura del Ybycuí, la del Mbaracayú se bifurca en dos ramales paralelos, uno hacia el sur y otro hacia el norte. En el medio de ambos corre el Ygurey, (que en el Tratado de la Triple Alianza se fijaba como límite Norte - Sur, lo cual fue cambiado en el Tratado de Límites del 9 de enero de 1872). Ambas Instrucciones encomiendan a sus Comisarios optar por el Ramal Norte de la Cordillera del Mbaracayú y así hasta llegar al río Paraná. Esto último sería vital para lo que después ocurrió con el Salto del Guairá y el aprovechamiento compartido de su potencial hidráulico e hidroenergético.
A los pocos días de haber comenzado los trabajos, quedó definitivamente fijado el Meridiano de Santa María (nombre con el que la Comisión bautizó el punto de confluencia del río Apa con el río Paraguay); y trabajando los ingenieros con ardor en la formación de los Planos del Río, presentaron a fines del mes citado la planta de la barra, comprendiendo las márgenes e isletas del río; todo con el objeto de que en lo sucesivo el puerto de Santa María, punto divisorio entre Paraguay y Brasil, quede bien fijado en las cartas geográficas del Alto – Paraguay. Ambos Comisarios acordaron proceder inmediatamente a la exploración del Apa. Y así fue que el 6 de setiembre se formaron dos expediciones, la una por tierra para encontrar la antigua ruta al fortín “Camillar” y la otra por agua, para fijar los accidentes del río hasta el lugar mencionado; trabajo que interrumpimos para celebrar el 23 del mismo mes la inauguración del primer mojón divisorio. (ver Acta de la 2da.Conferencia).
Los trabajos de exploración del Apa, continuaron durante todo el mes de octubre; la Comisión ascendió por el curso del río, en dos destacamentos, el uno embarcado en chalanas y el otro siguiendo las antiguas huellas de los caminos que comunicaban los fortines de la orilla izquierda del Apa.
“Visitamos pues el antiguo fortín de Camillar, el fortín Potrero y el Estrella con locales excelentes para agricultura y ganadería; el denominado Arrecife situado sobre una considerable altura; pasamos por el puerto de San Carlos, cuyo fortín de mampostería a distancia de un cuarto de legua del mismo puerto fue construido bajo el régimen colonial; pasamos igualmente por el fortín “Observación”, alcanzando a fines de octubre, el fortín Quien vive hasta cuya altura encontramos [en el curso del río numerosos] arrecifes, de los cuales el de San Antonio, es notable por su extraordinaria altura, formado de grandes piedras de granito.”
El día 12 de Noviembre de 1872 a las cinco de la tarde, se celebró la Cuarta Conferencia, en la que el Comisario Brasilero propuso el acuerdo y declaración de que el río Pedra de Cal era un simple afluente del Apa, a lo cual el Capitán Ortiz accedió.
Concluidos para aquella fecha los trabajos topográficos del río hasta la altura de “Rinconada”, la Comisión Mixta continuó su ruta hasta Bella Vista, bastante frecuentada por vecinos del Departamento de Villa Concepción, que hacen el tráfico de ganados con el distrito brasilero de Miranda. En Bella Vista, a inicios de diciembre la Comisión se ocupó de preparar su observatorio astronómico y una casa para diseñar los planos topográficos del río, incluyendo el derrotero del convoy de carretas. Pero el 6 de diciembre, Don José Dolores Espinoza, Secretario de la Comisión paraguaya, renunció a continuar en aquel puesto.
Una legua más arriba del paso de Bella Vista es donde el río “Apa” recibe las aguas del arroyo “Estrella” por su costado sud.
El 1° de enero de 1873 volvió la Comisión a Bella Vista, allí el Capitán Ortiz quedó aguardando las nuevas tropas que debían llegar de la Asunción, mientras que se continuaba la exploración del río Apa, por parte de los brasileños, en cuyo trabajo y por instrucciones del Demarcador Domingo Ortiz, acompañó en todo momento a la Comisión brasilera su ayudante paraguayo Don José Antonio Carreras.
Las Actas que registran los desacuerdos entre los Comisarios paraguayo y brasileño son la N° 5, la N° 7 y la N° 10° en la que se registra la resolución de dichas diferencias por resolución de ambos Gobiernos. En la Conferencia N° 5 se exponen las diferencias de criterios en una esgrima verbal y de conocimientos y conceptos geográficos e hidrológicos, que hoy en día nos siguen resultando notables, especialmente por las carencias instrumentales (elementos para mediciones confiables y otros) que afectaban al Comisario paraguayo. Ante la falta de acuerdo, luego de un largo intercambio de pareceres y conceptos, el Comisario compatriota acepta la sugerencia del par brasileño de recopilar los antecedentes de la discrepancia y todo elemento de convicción a los efectos de elevarlos a los Gobiernos respectivos.
El día 12 de enero, el Comisario Brasilero, envió una comunicación confidencial al Comisario Paraguayo manifestándole la necesidad de conferenciar entre ambos para aclarar algunas dudas que podrían darse en la continuación de sus trabajos.
En respuesta a dicha invitación el Capitán Ortiz al día siguiente, se dirigió a la “Tapera de Gabriel Lopez” donde encontró al Comisario Brasilero y allí mismo tuvo lugar la 5ª Conferencia de la CoMixta de Límites PY-BR, en los términos siguientes:
Extracto del Acta de la 5ta. Conferencia
“El Comisario Brasilero abrió la conferencia diciendo: Que estando realizada la demarcación de los límites de los dos países hasta el punto en que el río Apa se divide en dos brazos arriba del paso de Bella Vista, esperaba solamente que se pasasen en limpio los diseños de la planta levantada para ser canjeados, pero que habiendo de continuarse con la demarcación de aquel punto para adelante proponía que se siguiese por el brazo austral, que vulgarmente es llamado “Estrella”, visto que los perfiles y velocidades determinados, constantes de los diseños presentes, daban para este brazo un volumen mayor que al otro, que le queda al Norte, lo que también fue confirmado por las exploraciones hechas en aquel brazo hasta la guardia “Oliva”, y en éste hasta el puerto de esta Tapera”.
“El Comisario Paraguayo respondió: que la fama pública había distinguido aquellos ríos, y sancionado el tiempo, denominando el uno Apa y al otro Estrella; que por consiguiente le parecía que la demarcación debía seguir por aquel y no por éste, que es simplemente un arroyo afluente y bien distinto por su nombre, que no le es permitido alterarlo. Dice más, que el tiempo en que se hicieron los estudios en el Estrella, éste se hallaba más crecido que el Apa (que fue examinado después) en razón de las lluvias del mes pasado; que también el área del Apa cerca de su confluencia es mayor que la del Estrella”.
“El Sr.Comisario Brasilero dice: Que cabe mas al brazo Norte la denominación de arroyo afluente en vista de los estudios hechos: Que los nombres Estrella y Apa fueron dados por el pueblo, que desconoce los medios de distinguir el brazo principal de un río; a más de que los Brasileños desconocían el brazo sud, y por eso no es de admirar que continuasen a denominar Apa el único brazo que les era conocido: Que en cuanto a la época de los estudios hechos, recordaba que la determinación de las velocidades y perfiles, y por tanto de los volúmenes en las barras de aquellos brazos, fue hecha en el mismo día y en seguida una a otra, precediendo la del Estrella; y que si se subió éste en primer lugar y después el brazo Norte el tiempo transcurrido no fue grande, y la influencia de las lluvias no podía motivar la diferencia encontradas en la exploración, porque ambos brazos ya estaban bajos: Que si el área del brazo Norte es poco mayor (en la barra) que la del otro, la diferencia es solamente de un metro cuadrado, entretanto que la velocidad del Estrella es muy superior a la de aquel, y que en los demás perfiles hechos en diversas distancias de la barra y en el brazo Norte es siempre inferior en área y en velocidad. Acrecentó que el Gobierno del Paraguay, que tomara el río Apa para establecer sobre él sus guardias y fortines, continuara esa línea de defensa por el Estrella, fundando sobre él la guardia Oliva: Que la carta del Coronel Du Graty (Carta oficial del Paraguay) consigna el Estrella como mayor que el otro”.
“El Comisario Paraguayo prosiguió, diciendo:
● Que daba mucha importancia a la diferencia de los nombres, y que si ellos fueron dados por hombres del pueblo, también los plenipotenciarios, que firmaron el Tratado de Límites no eran profesionales, y que ese tratado no se refería al Estrella, sino al Apa.
● Que no concordaba con el argumento de que la circunstancia de ignorar los brasileños el brazo Sud, fuera una razón para mudar de nombre, puesto que el Apa es nombre indígena, cuyo origen se pierde en la oscuridad de los tiempos.
● Que si los perfiles y velocidades de las barras fueron hechos en el mismo día, recordaba que el Estrella tenía un arrecife en su embocadero, y que siendo determinado el volumen luego arriba de ese arrecife, el trabajo no estaba en buenas condiciones, porque se sabe que abajo y arriba de tales embocados los ríos presentan mucho fondo, y que en cuanto a la velocidad, esta consistía en la mayor o menor inclinación del plano de cada río, y no consideraba como un carácter distintivo del Estrella para ser superior al Apa.
● Que por lo que respecta a la guardia Oliva establecida sobre el Estrella, bien como las otras sobre el rio Apa no lo fueran en atención a límites, si no en orden a vigilar de cerca la parte poblada del Paraguay; comprueba este aserto la desocupación armada del “Pan-de-Azucar” a veinte y tantas leguas al Norte del Apa, con lo que el Brasil no rompió relaciones con el Paraguay, y también el establecimiento de Machorra a la derecha del Apa.
Y que si el Coronel argentino Du Graty reunió datos en el Paraguay para diseñar su mapa en Europa, la protección más o menos empeñada del Presidente Lopez no podía dar, como de hecho no lo dio, a su publicación el carácter de oficial, así como no fueron oficiales los trabajos del Teniente Page, Comandante de la Cañonera Norteamericana “Water – Which” sobre la exploración del Pilcomayo, y los de otros ingenieros que recibieron más o menos auspicios del Gobierno Paraguayo para trabajos de igual naturaleza”
El Comisario Brasilero dice: Que el Tratado de Límites se refiere a naciente principal del río Apa sin darle denominación alguna (y leyó el art. 1° del Tratado de Límites). Que por tanto se debe seguir con la demarcación por el brazo más considerable que es el de la naciente principal: Que ya por esa razón se hicieron estudios minuciosos en el río Pedra de Cal, estudios que fueron recomendados en las instrucciones de ambos, no obstante la diferencia de nombres. Que el lugar arriba del arrecife no influye en el resultado, visto que siempre que uno de los factores, (velocidad y perfil) crece el otro disminuye: Que si el Paraguay pretendía llevar mas allá sus límites, no tenía posesión alguna al norte del Estrella, siendo el establecimiento de Machorra fundado en el tiempo de la guerra y no anteriormente: Y que también el Paraguay no ocupó el Pan de Azucar. El Comisario Brasilero continuó argumentando a su colega si, levantado los dos brazos en cuestión, la planta lo convenciera de la superioridad del Estrella, aceptaría la continuación de la demarcación por ese brazo”.
“Y el Sr.Comisario Paraguayo respondió: Que aún en esa hipótesis no aceptaría la demarcación por el Estrella, si no cuando ambos ríos naciesen de una misma fuente, visto que de lo contrario el Estrella no sería un brazo del Apa, sino simplemente un afluente; y que en la mencionada desocupación del Pan de Azúcar, el Paraguay no llevó la pretención de poblarlo si no de sostener sus derechos territoriales”.
“El Comisario Brasilero dice: Que daba al término bajo la misma significación que las instrucciones de ambos cuando hablan del Pedra de Cal; y que el Tratado dice <
“El Comisario Paraguayo dijo: Que la naciente principal de un río debe buscarse entre dos o más vertientes que fluyen de una misma fuente común y que eso se hace bajando las corrientes y no subiendo el curso de los ríos: Que en relación al Tratado las instrucciones serían consideradas como un documento privado, y que por tanto sería malicioso invocar las recomendaciones de estas contra las prescripciones de aquel; Que además excedería de sus poderes conviniendo en la demarcación por el Estrella que, entiende, no poder ser tomado por el Acta”.
“El Señor Comisario Brasilero contestó diciendo: Que no concordaba con la interpretación dada por su colega a la significación de las palabras <
“El Comisario Paraguayo replicó diciendo: Que entendía que las instrucciones expedidas por los respectivos gobiernos son documentos públicos y solemnes con relación al Comisario, pero que con referencia al Tratado, con el permiso de su ilustre colega, se afirmaba en su creencia de considerarlas como documentos privados, que nunca podrán destruir las estipulaciones del propio Tratado. Y que aceptaba la propuesta de llevar la cuestión a la resolución de sus respectivos Gobiernos. Y el Comisario Brasilero invitó a su colega a continuar con la demarcación por la sierra del Amambay en cuanto se espera la decisión de los Gobiernos, volviéndose después solamente para colocar el mojón del origen principal del Apa. Y el Comisario Paraguayo respondió: Que aceptaba la invitación…”
A los efectos de esta última resolución determinamos volver a Bella Vista para disponer lo necesario para la exploración de los dos ríos.
El 17 de Enero se trató de mudar el campamento de la Comisión al antiguo y a abandonado fortín “Oliva”, y el 21 recibí la invitación para practicar este pensamiento; enseguida la Comisión Brasilera llevó a efecto, mientras que yo noticioso de haber partido ya de la Villa de Concepción las nuevas tropas destinadas al servicio de la Comisión a mi cargo, quedé a esperar su llegada en Bella Vista; de donde salí el 31 del mismo, con dirección a Oliva, en donde quedé instalado en unión con el Señor Comisario Brasilero.
El día 3 de febrero convenimos en continuar la exploración del Estrella, pero las lluvias continuadas que sobrevinieron en aquellos días nos imposibilitaba de practicar todo trabajo de exploración; por fin el día 10 se hizo una corta expedición para levantar la planta de dicho río, reanudando el trabajo que de Bella Vista se ha traído hasta una y media legua más debajo de Oliva, y a los pocos días tuvimos los datos necesarios para formar el plano del mismo, desde su barra hasta Oliva, donde el río lleva menos de 9 metros de extensión.
Con esta diligencia la topografía terminó los trabajos de su departamento y resolvimos pasar adelante, dejando en Oliva al 2° Cuerpo, encargado de precisar astronómicamente aquel punto. Dividida la Comisión, como hasta entonces, en dos cuerpos, salimos de Oliva, y tomando la vía terrestre pasamos sobre el Arroyo “Moreno” de aguas ferruginosas, y varios otros que no merecen especial mención.
En nuestra ruta nos dirigimos por las huellas del antiguo camino que se dirige de Oliva a los yerbales de Tacurupïta desviándonos más de lo que pensábamos de las márgenes del Estrella y para evitarlo formamos la resolución de seguir a toda costa por las orillas del río, si bien confiábamos en no hallar mayores dificultades, vistos los rastros y huellas de seres humanos que encontrábamos a cada momento. Acampamos en Tacurupïta, donde pasamos el resto del mes, practicando los reconocimientos del Arroyo a la vez que exploramos los caminos por donde deberíamos subir a la cordillera.
En los primeros días de Marzo de 1873, canjeamos los mapas que designan el curso del Apa, desde su barra hasta la boca del Estrella, después de comprobarlos y haberlos firmados todos los miembros presentes de la Comisión Mixta. Al final del Acta correspondiente a la 6ª Conferencia quedan fijados los datos de latitud y longitud del río y del camino terrestre.
El 15 del mes de Marzo mudamos el Campamento a dos leguas más al Este sobre las montañas de Tacurupïta, las cuales están pobladas de preciosas maderas y de extensos yerbales de gran importancia, pero no habiendo obtenido resultado alguno favorable en nuestro reconocimiento volvimos a nuestro anterior campamento, que también lo denominamos de “Yahapé”, por la abundancia de esta yerba en aquellos lugares.
Tratábamos por entonces de buscar las cabeceras del Apa, sin dejar por ello el reconocimiento del Estrella hasta sus fuentes; y para ello decidimos dejar una subcomisión para el segundo objeto y continuamos nosotros en prosecución del primero por la vía de Cerro Corá. La subcomisión quedó formada con los Sres. Espinola, Dr.Pimentel y el Mayor Coelho, con las instrucciones de remontar las aguas del Estrella hasta descubrir su origen.
El día 27 de marzo hallábamos acampados en las inmediaciones de Arroyo - guasú , tuvimos comunicación de la subcomisión antedicha, manifestándonos la imposibilidad en que se hallaban de continuar adelante por encontrarse enfermos todos de más o menos gravedad, y agobiados por las fatigas e incomodidades corporales que habían sufrido, pero el Comisario Brasilero insistió en continuar la exploración del Estrella por su cauce, sustituyendolos con un oficial y sus soldados; hecho lo cual, continuamos nuestro camino, atravesando bosques de cañas, de preciosas maderas, de palmeras y de yerbales, hasta que el día 31 llegamos a Cerro Corá.
“Aquellos célebres campos vense por doquiera sembrados de restos humanos.”
El día 1° de Abril pasamos el Aquidabán, y fuimos a acampar a dos cuadras de donde estuvo el último Cuartel General del Mariscal Lopez, sobre la margen derecha del arroyo “Chiriguelo”, permaneciendo algunos días ante aquel extenso osario, triste cuadro de amarga recordación, horrible y dolorosa imagen del martirologio paraguayo.
Llegados en “Puntapora”, pude notar que los montes e islas de aquellos lugares también estaban poblados de yerba mate de la mejor calidad, y allí recibí la noticia de hallarse la Comisión Brasilera acampada en una de las cabeceras del Estrella, a 10 leguas al Norte de Puntapora. Luego pasé adelante con dirección al Estrella, a donde llegué el 27 de abril.
Colocado nuestro Campamento sobre la Cumbre de la Cordillera de Amambay al lado del pequeño manantial que da origen al Arroyo Estrella, obtuvimos por fin el anhelado diseño del curso de sus aguas, según los datos recogidos por la Sub comisión encargada de su estudio.
El Comisario Brasilero tampoco estaba en el Campamento del Estrella y había pasado más adelante acompañado del ingeniero topógrafo; pues que restaba aún a la Comisión descubrir las cabeceras del Apa.
El día 28 del mismo, acompañado del Señor Espinola, partimos del Estrella a la prosecución de aquel objeto: pasamos por la abandonada Colonia militar (hoy-repoblada) de los Dorados, situada sobre un brazo del río del mismo nombre, y a poca distancia nos encontramos en las cabeceras del caudaloso Apa, y doblando la primera del Norte que es la principal, tomamos la dirección al Oeste, siguiendo siempre las huellas del primer cuerpo de la Comisión Brasilera.
El 1° de mayo se hallaba el Campamento de la Comisión en marcha cerca del “Cerro de Piedra” situada al Norte del rio Apa. El Cerro de Piedra, que más adelante llamaríamos Cerro de Castillo, dista de la “Tapera” dos y media leguas y una del Arroyo de Oro, frente al Cerro el rio forma una sinuosidad, de las muchísimas que tiene, de donde se desprende una hermosa altura para población, extendida por ambas márgenes hasta las grandes sierras; medido el canal del Apa, por aquellos lugares tiene 16 varas de ancho y es caudaloso.
La Comisión Brasilera reanudó sus trabajos de topografía en este punto y regresó por otra vía, movimiento que ejecuté del mismo modo, consiguiendo reunirme a mi colega, ya a las altas horas de la noche, en su campamento situado a la orilla de una lagunita, que por eso mismo se llamó “Laguna de la reunión” que es la que da origen a un arroyito que a poca distancia desagua en el “Arroyo de Oro”, el que a su vez más abajo lleva sus aguas al río Apa.
El día 4 volvimos a subir las sierras, si bien con alguna dificultad, para regresar a las cabeceras del Apa con los trabajos de topografía que habíamos reanudado en Cerro-Castillo, y acampamos al lado de una isla sobre la margen derecha de un manantial, origen de una de las cabeceras del río Miranda o Mbotetey; en aquel Campamento permanecimos algunos días, explorando más rinconadas muy retiradas que nos presentaban las vertientes del Apa, como así mismo los diversos brazos que forman sus verdaderas cabeceras.
El día 9 del mismo mes, trasladados sobre la cumbre de la Cordillera volvimos a la verdadera y principal cabecera del Apa, y se denominó por iniciativa del Señor Comisario Brasilero “1a Cabecera” a la principal que se halla al Norte; 2a Cabecera” la que se halla una legua más al Sur, y “3ª cabecera” a otra que se halla más al Sur todavía, comenzando su diseño incontinentemente y dejando fijado el punto astronómico sobre la Cumbre de la Cordillera, que debía servir de base para la demarcación de límites.
Volvimos al Campamento del Estrella, en donde demoramos algunos días para practicar varios reconocimientos de las diversas nacientes del Apa y Estrella, y continuamos después los trabajos de demarcación desde la 2ª cabecera del arroyo Estrella sin haber decidido todavía la superioridad de esta Cabecera sobre las otras, ni si el Arroyo – Estrella es una de la naciente del río Apa o simplemente su afluente.
El día 10 de junio y a pocas cuadras del Campamento llegamos a unas alturas eminentes que circundan la principal cabecera de las aguas del Aquidaban, y entonces el Comisario Brasilero me propuso levantar un mojón en una de aquellas cuchillas para sustituirlo después con otro mayor en caso de resolverse la cuestión a favor del Estrella, con la cual creí [deber] no concordar.
Continuamos nuestra marcha y la demarcación por la cumbre de la cordillera, y el 17 pasamos por Puntapora, y aprovechando el camino recorrido por el Ejército Nacional desde Quemadero hasta Cerro Corá y que estaba señalado por numerosos cadáveres que se encontraron de uno y otro lado del camino, continuamos nuestros trabajos sin dificultad ninguna, durante aquel tránsito, hasta que el día 25 de junio el Comisario Brasilero me significó la idea de no pasar adelante, por motivo de que le parecía que habíamos salido fuera de la cumbre de la Cordillera; hicimos alto, por consecuencia, en un lugar denominado “Guasurï” por los antiguos demarcadores hispano – lusitanos, recorrimos las proximidades de nuestro campo hasta el paso del arroyo “Corrientes” a río “Verde”, que tiene 16 varas de ancho en el mismo paso, circunstancia que nos hizo conocer que íbamos realmente fuera de la Cumbre, por lo que el día siguiente se resolvió enviar un ingeniero hacia Punta Pora para buscar la verdadera cumbre de la Cordillera, quedando la Comisión mientras tanto, en el Campamento de Guasurï. El 29 de junio regresó el ingeniero avisándonos que la cumbre de la Cordillera iba hacia el Poniente.
En consecución de este propósito el 1° de julio nos encontramos en dicha cumbre, viendo correr los manantiales a rumbos opuestos, del Este y Oeste, y denominamos aquel lugar con el nombre de “Potrero de Julio”.
El 2 de julio encontramos yerbales más espesos; e interceptando la cumbre volvimos al Campamento de “Guasurï” para pasar al “Río Verde”, y del otro lado penetrar en la montaña que en aquella parte cubre la cima de la cordillera.
El 4 de julio acordamos precisar la situación de dos manantiales que se encuentran a la salida del “Potrero de Julio”, de los cuales el primero corre al Oeste y forma una de las cabeceras del Ypane guasú, y el otro que es su contra vertiente corre al Este, formando la principal cabecera del “Río Verde” tributario del río Amambay; en efecto, se señaló el lugar donde se levantaría el mojón en caso que la cumbre pasase por allí.
El 10 de julio la Comisión se hallaba en el campamento denominado de las “Tres Islas” y donde se resolvió reunir los destacamentos de la Comisión que se hallaban trabajando aun en las cabeceras del Estrella; nos detuvimos en aquellos lugares, mandando expediciones en direcciones distintas, hasta que el 24 contratamos baqueanos; el día siguiente pasamos adelante siempre rumbo al poniente y como a una legua volvimos a acampar ya en las orillas del monte alto, el cual lo denominamos “Campamento de los Pozos” o de la “Lagoa do Matto”.
El 25 de julio salimos del Campamento de los Pozos con destino a las picadas, cuyos trabajos se continuaron con actividades, siguiendo los informes de los caciques que nos acompañaban; en cuyos trabajos ocupamos el resto de julio y en cuyos últimos días se nos reunió el 2° Cuerpo de la Comisión que había estado en la cabecera del Estrella.
El 1° de Agosto, los mapas aunque no concluidos estaban en vía de terminarse, y por ese motivo el oficial encargado de su diseño recibió la orden de su jefe de poner en ellos el siguiente epígrafe -Planta de las cabeceras del río Apa- Desde luego yo me opuse a que se hiciera, por cuanto dicho título entrañaba la cuestión sometida a la decisión de nuestros respectivos gobiernos sobre el naciente principal del río Apa.
La promesa del Comisario Brasilero relativo a mi objeción fue satisfactoria, pero los hechos producidos no estuvieron en armonía con ella, y dieron lugar a la observación expresada al final del acta de la Conferencia N° 7 con motivo de la confrontación, firma y canje de dichos mapas.
El 12 de Agosto, hallándose la Comisión por segunda vez en los bordes de la Laguna del Nacimiento en el fondo del Potrero de julio, eligió de común acuerdo el punto para levantar el mojón en la boca del mismo Potrero, y retrocedimos por la misma picada que acabamos de abrir por lo alto de la Cordillera hasta llegar al ángulo formado por la que entra del Campamento de los Pozos, y en dicho ángulo pasamos, y luego recibí una Comunicación por la que se me invitaba para una Conferencia, la misma que tuvo lugar el 14 de Agosto, en lo alto de la Cordillera del Amambay y entre las cabeceras de los ríos Ypané-Guazú y Amambay; en la cual se puso a discusión la planta de las cabeceras del río Apa y Arroyo Estrella, y los diseños de los perfiles transversales de los mismos, ejecutados por la Comisión Mixta para ser confrontados con los originales paraguayos, en los términos siguientes:
Extracto de la acta de la Conferencia N° 7
“El Comisario Brasilero dirigiéndose a su colega (Paraguayo), dijo: Que (...) para esta conferencia pasaba a presentarle la planta de las cabeceras del río Apa y los diseños de los perfiles transversales de los dos brazos en que se divide el mismo Apa arriba de Bella Vista, ejecutados por la Comisión Mixta, para ser confrontados con los originales paraguayos, a fin de ser firmados.”
Por su parte el Sr.Capitán de Fragata Domingo Antonio Ortiz, consecuente con las instrucciones que recibiera del Gobierno Paraguayo, dijo que antes de firmar aquellos documentos, deseaba se emitiese opinión sobre los ríos Apa y Estrella con arreglo a los trabajos practicados con la Comisión Mixta; y que la suya resumía “aseverando que el Apa es un río completamente distinto del Estrella”, teniendo sus cabeceras separadas de las de aquel y su valle dividido del otro por una fuerte colina, como se vé de las plantas presentes”.
“El Comisario Brasilero dijo: (...) que estando esta cuestión afecta a los respectivos Gobiernos le parecía que no había más que discutir y solamente declarar si los trabajos están o no en debida forma, con todo respondía diciendo, que no era posible dejar de considerar los dos brazos como cabeceras del Apa, pues que el bajo rio de ese nombre es formado por la reunión de aquellos; que siendo esos dos brazos notables y naciendo ambos en esta Cordillera se tuvo de estudiar ambos para reconocer cuál de ellos es el más importante para que la línea divisoria siguiese por el que fuese reconocido por tal, visto que el tratado de límites dice que la línea del Este para Oeste debe partir del origen principal del Apa y seguir su curso hasta la barra: que nada significaba la separación de los valles de esos brazos por una fuerte colina, porque eso es un hecho muy natural”
“El Comisario Paraguayo continuó diciendo que no creía a traspasar, sin instrucciones, pudiendo emitir opinión en una Segunda Conferencia sobre el objeto de su cometido, después de haberlo examinado, y más bien creer lo contrario sería no llamarlos, agregando; que en su concepto era laudable la diligencia de explorar el Arroyo Estrella, a fin de estudiar las proximidades y afluentes del río Apa, mas que indudablemente la primera cabecera de este río al Norte era la principal, en razón de que era la única conocida por paraguayos y brasileros, siendo por demás celebrado el Tratado de Límites a la vista de un mapa oficial del Imperio presentado por el negociador Brasilero en el cual se dá como naciente principal del Apa la dicha primera vertiente Norte”.
“Dice más que, el hecho de haberse descubierto por estudios posteriores de la Comisión todo el curso y cabeceras del Arroyo Estrella, no implica la necesidad de reconocerlo como uno de las nacientes del Apa”.
“El Señor Comisario Brasilero volvió a la argumentación diciendo: Que si se exploró el Estrella fué por haber sido hallado más voluminoso que el brazo Norte, y por tanto ser el que los estudios indicaron como el ramo del naciente principal. Que no le es lícito penetrar en las intenciones de los Negociadores del Tratado, más sí ejecutarlos por su estricto sentido, esto es, buscar la naciente principal del río Apa por los medios que la ciencia indica; que el Estrella no era conocido entonces por los brasileños; que no se puede afirmar que los Negociadores tuvieron en vista la primera vertiente Norte del Apa, porque las instrucciones que dieron los dos Gobiernos para ser seguidas en la demarcación de la frontera mandan que se exploren el río Piedra de Cal sospechado de ser el brazo de la naciente principal del Apa; y aún más, que si hubiese habido propósito de designar el primer naciente Norte del Apa para punto de partida de la línea divisoria del Norte de la República, sería eso declarado en el Tratado positivamente, visto que con facilidad referirían esa vertiente al lugar conocido, de ha mucho tiempo, de la Colonia brasilera de Dorados. Dice más: que por el examen de las plantas y perfiles presentes el Estrella además de ser más voluminoso tiene mayor curso”.
“El Señor Comisario Paraguayo dijo: Que aún en la hipótesis de mayor volumen el Estrella no pasaría de ser solo un poderoso tributario que aumenta con su concurso el caudal del Apa. Que al referirse al mapa oficial del imperio presentado por el Negociador Brasilero no creía ni pretendía penetrar en las intenciones de éste, que sólo lo hacía para demostrar la parte aceptada en el Tratado de Límites por el Plenipotenciario y el Gobierno Paraguayos, tomadas en consideración y ratificada por la Corporación Legislativa de la Nación. Y que con relación al Pedra de Cal él se limitó a seguir la Comisión Brasilera presentándose a la Conferencia solo por deferencia a la misma, sin hacer cuestión de dicho río como no lo consideraba esencial a los propósitos de la Comisión, pues que era Pedra de Cal y no Apa. Que se felicitaba de oír la confesión de “que el Estrella no era conocido por los brasileros” como una prueba más de que el Tratado de Límites no podía basarse sobre rumbos desconocidos.”
“Y el Comisario Brasilero dijo: Que en estos trabajos solamente podía tomar en vista instrucciones y el tratado, cuya letra expresa buscaba cumplir, y que si el Estrella fuese conocido, y por tanto la vertiente principal del Apa, el Tratado no rezaría de las expresiones Origen principal, pero designaría la posición de esa vertiente; y que mismo por no ser conocido, fue que los Gobiernos nombraron Comisiones científicas en el caso de hacer esos exámenes”.
“Finalmente el Comisario Paraguayo, no estando de acuerdo con las denominaciones de brazo Norte y Brazo Sur dadas a los ríos Apa y Estrella en la Planta de la Comisión, pedía que se consignase en la acta que la admisión de dichas denominaciones no importaba el reconocimiento de tal carácter para los mencionados ríos.”
En la Conferencia N° 10, llega la “Resolución de la ‘duda’ respecto de la naciente principal del Apa” que le da la razón al Comisario brasileño. Esto fue motivo de un Protocolo complementario al Tratado de enero de 1872, el cual se celebró en Asunción, el día 7 de enero de 1874. Fue firmado sin pérdida de tiempo, en tanto se continuaban los trabajos de demarcación. El mismo Protocolo, incluyó una cláusula en la cual el Canciller paraguayo, José del Rosario Miranda se comprometía a pasar las instrucciones del caso al Comisario paraguayo a los efectos de que el mismo, en compañía de su colega brasileño, procedan a la demarcación respectiva que “aclaró las dudas sobre la naciente principal del Apa” en Comisión Mixta.
El 16 de febrero de 1873 se celebró la Conferencia N° 10 en la cual se consignó “ante todo” la novedad de la “Resolución de los Gobiernos Paraguayo y Brasilero sobre la naciente principal del río Apa”. Esto ocurría en tanto la Comisión Mixta estaba trabajando ya en las cercanías del encuentro de las Cordilleras del Amambay con la del Mbaracayú. Recién el 19 de septiembre de 1873 se inauguró el mojón en la cabecera del Arroyo Estrella o naciente del Río Apa.
El 1º de Octubre de 1873 nos hallamos en la cabecera del arroyo “Espadín” célebre por la desgraciada suerte que sufrieron en sus solitarias costas centenares de las principales familias del Paraguay, durante las cruel y desastrosa guerra del año 1865; punto donde [nos] detuvimos a fin de descubrir la verdadera cumbre del Mbaracayú, y dar algún descanso a las tropas. Abierta la picada por el monte alto seguimos en dirección a las cabeceras del Ybycui é Ytanará, prosiguiendo después en distintas direcciones, á fin de lograr, sin ningún género de duda, situarnos sobre la verdadera cumbre de la sierra.
El 8 de Diciembre de 1873 la Comisión Brasilera entró en la picada y el 25 del mismo mes yo hice la misma diligencia de la cual no habíamos de salir sino 6 meses después; para ello la Comisión tuvo que concordar la dirección de la senda principal con las noticias suministradas por los indios Guaraníes y Caíguas que servían de baqueanos, y cuyos datos muchas veces contradictorios fue necesario verificarlos con prolijas investigaciones sobre los lugares.
Durante el mes de Enero de 1874, la Comisión continuaba sus servicios por las sendas que ha empezado á abrir desde la cabecera del río Ygurey, según las expresiones del Tratado de 9 de Enero de 1872, con dirección al Salto del Guairá.
El día 6 de Febrero salimos en un pequeño campo, único que existe sobre la cumbre del Mbaracayú, allí establecimos nuestro Campamento, y recién habíamos andado veinte y dos y media leguas brasileñas en el monte, a través de una picada donde con dificultad podían entrar los animales que conducían nuestros reducidos equipajes, y donde á cada momento nos visitaban los indios que pueblan en pequeñas aldeas las faldas de la cumbre que recorríamos.
El 17 de Febrero de 1874, el Demarcador paraguayo tuvo la primera noticia de la solución dada por los respectivos Gobiernos á la cuestión que se había suscitado entre ambos Comisarios sobre cuál era la principal naciente del Río Apa: recibí una Copia del acta relativa, suscrita por el Ministro de Relaciones Esteriores del Paraguay José del Rosario Miranda, y en la que, desestimando mis opiniones, se declaraba por los datos suministrados por el Comisario brasilero, “que el arroyo Estrella era no solo una de las nacientes del río Apa, si no su principal naciente”.
El 19 de febrero, el Comisario Brasilero, desde el punto más avanzado de la senda, me comunicó haber oído ya el ruido del Salto de las Siete Caídas, noticia que fue recibida en toda la Comisión con verdadero júbilo.
El día 7 de marzo la Comisión, desde la Cumbre donde se encontraba, había divisado el Paraná y oía claramente el ruido del Salto, que todavía se hallaba á bastante distancia, y cuyo con trayecto a través de los montes necesitaba bastante tiempo para quedar expedito.
El día 16 de marzo se verificó la Conferencia Nro.10 para el objeto de la confrontación, firma y canje de las respectivas Plantas de la Cordillera de Amambay; en el acta levantada sobre ella, se consignó ante todo, la resolución de los Gobiernos Paraguayo y Brasilero sobre la naciente principal del Río Apa.
El día 30 de Marzo, hallándose la Comisión sobre la margen derecha del Paraná, frente al Salto de Guairá ó de las Siete Caídas se celebró la Conferencia Nº 11, al objeto de consignar la llegada de la Comisión mixta en aquel punto extremo Este-Oeste de la línea divisoria que partiendo del mojón de Ybycuí, viene por lo alto del ramal Norte de la sierra del Mbaracayú hasta dicho Salto balisa natural inmutable que marca el fin de la frontera terrestre paraguayo-brasileña.
El 12 de Abril se procedió a un minucioso reconocimiento de toda la extensión del río ocupado por el Salto del Guairá, comenzando a levantar la planta de las orillas del Paraná. Se contaron siete saltos principales por el costado izquierdo y tres por el lado derecho.
El 5 de Mayo abandoné el Salto Grande de las Siete Caídas partiendo con destino al puerto de Santa Teresa, (...) A las 5 de la tarde del mismo día pasamos el Piratiy, río caudaloso que naciendo de la pendiente meridional del Mbaracayú, costea sus faldas hasta echar sus aguas en el río Paraná una legua mas abajo del Salto de Guairá, y continuando el viaje pude reunirme el día 11 al 1er. Cuerpo de la Comisión Brasilera.
El 13 de mayo llegamos a la barra del Ygurey, y acampamos sobre su margen izquierda: una lancha á vapor perteneciente a la expedición fluvial destinada a al servicio de la Comisión mixta, estaba fondeada en el puerto, en donde había llegado esa misma mañana.
El día 24 la Comisión mixta tenía a su disposición dos lanchas á vapor en el puerto de Ygurey, y ya se hallaba a bordo de dichos buques. Al mediodía dejamos aquel lugar, y las dos pequeñas naves cortaban rápidamente las embravecidas ondas del Paraná, poco tardamos en nuestro viaje; a las 2 y ¾ de la tarde fondeamos el costado de la Cañonera “Tacuarí” que se hallaba justo en el puerto de Santa Teresa.
El día 8 de Junio se celebró la 12º Conferencia de Comisión con motivo de haberse concluido los trabajos de demarcación hasta la boca del río Yguazú o Curitiba, que es la designada en el Tratado del 9 de enero de 1872, como término de la línea divisoria.
Dicha conferencia se verificó a bordo de la Cañonera “Tacuarí”, consignándose en el acta la demarcación de la frontera Norte-Sur limitada por el álveo del río Paraná y que, comenzando en el Salto de las Siete Caídas o de Guairá, termina en la boca del río Yguazú o Curitiba.
Se declaró pertenecer al dominio del Paraguay la primera isla que se encontró a 12 kilómetros del rumbo de 32 grados y veinte y un minutos S.O verdadero del mismo Salto, y al dominio del Brasil la segunda isla que se encontró a nueve y medio kilómetros al rumbo de un grado y cincuenta y cuatro minutos N.O verdadero de la referida boca y luego arriba del río Acaray, afluente del Paraná en su margen derecha.
Aquí concluimos sobre el terreno los trabajos de demarcación de frontera, y comenzamos nuestro viaje de descenso, llegando a esta Capital el día 1º del mes de Julio de 1874.
El 27 de Julio fue la fecha designada para emprender la segunda expedición con objeto de levantar los mojones en las costas y cabeceras del arroyo Estrella.
El 29 de Agosto se inauguró el correspondiente á la confluencia del Estrella: en la Conferencia relativa que es la 13a., se fija la situación de este mojón a los 22º 4’ 40’’ 30 de latitud sur, y a los 13º 10’ 39’’ 15 de longitud Oeste, del Observatorio de Rio Janeiro. La declinación de la aguja es de 6º 51’, N.E
El paso de Bellavista sobre el río Apa queda al rumbo verdadero de cuarenta y tres grados y cuarenta y cinco minutos Sur –Oeste, y a la distancia de 3.3OO metros, del mojón.
El 9 de Septiembre tuvo lugar la 13ª.Conferencia, con el objeto de consignar en acta la colocación del mojón levantado en la confluencia del Estrella, y el 19 de Septiembre tuvo lugar la inauguración del mojón, levantado en una de las cabeceras del Estrella, en la Conferencia relativa que es la 14ª, se consignó su posición geográfica 22º 16´ 39’’03 de latitud sur, y 12º 39’ 1’’ 80 de longitud Oeste.
Este mojón señala el extremo de la línea divisoria que, de conformidad con el Protocolo firmado en Asunción el 7 de Enero de 1874, viene por el álveo del Estrella. Está colocado en lo alto de la Cordillera a 223 metros al sur del camino que, saliendo de Cerro Corá, dobla la isla llamada “Punta Porá” y pasa por frente del mojón para la Colonia Brasilera de los Dorados.
Del lugar del mojón se halla la naciente (considerada como) la principal del Estrella al rumbo verdadero de 76º 30’ S.O, á 340 metros de distancia, y una de las cabeceras del Aquidabán se encuentra por detrás de una colina al rumbo verdadero de 47º S.E a la distancia de 1.350 metros.
Causas por las que el Gobierno de Salvador Jovellanos habría aceptado la postura del Imperio, “desestimando las opiniones” al respecto del Comisario Capitán de Fragata Domingo Antonio Ortiz.
Entre marzo de 1873 y enero/febrero de 1874 se dieron “tres ‘guerras civiles’ que convulsionaron la administración del señor Jovellanos, dos sofocadas en el 73 y una victoriosa con pacto llamado de conciliación”. (Gomes Freire Esteves. Historia Contemporánea del Paraguay, pág. 133 a 138. Asunción, El Lector, 1996).
La primera de estas Revueltas ocurrió en el mes marzo de 1873, pero fue rápidamente sofocada. La segunda de junio de 1873, llegó a imponer rendición al Vicepresidente en ejercicio de la Presidencia Jovellanos, aunque finalmente, las fuerzas oficialistas lo preservaron. Finalmente, la tercera embestida ya contó con el apoyo de los revolucionarios Caballero, Escobar, Bareiro, Serrano y el decisivo de Gill, un preferido de los brasileños. “Obviamente, la diplomacia aliada –con más precisión, la brasileña- no se cruzó de brazos. Sus buenos oficios (que de hecho, involucraban sus Ejércitos en Asunción) forzaron a los revolucionarios a un pacto de incolumidad del régimen de Jovellanos, por mediación y garantía moral de la Legación del Brasil”. (EMF, op cit, pág 56).
El 12 de febrero de 1874 se firma un Acuerdo entre las fuerzas contendientes, entre cuyos puntos se acordó instalar “un Ministerio de Conciliación”. Firmaron “Caballero, Serrano, Rivarola, Bareiro, Escobar, Genes, Egusquiza. El mediador fue el Representante Diplomático del Imperio: el Ministro Antonio Araujo de Gondim. Conforme: Salvador Jovellanos, Presidente de la República.”
Gill se aseguró, de esta forma, el apoyo del Imperio, para su candidatura a la Presidencia, durante el período 1874-1878. “El Ministerio de Conciliación quedó integrado con estos Ministros: Gill, en el Ministerio del Interior; Bernardino Caballero al de Relaciones Exteriores; Bareiro, Guerra y Marina; Serrano, Min. Justicia; Soteras, Justicia, Culto e Instrucción Pública” (EMF, op ci, pág. 57).
Efraím Cardozo, expresó: “El gobierno de Salvador Jovellanos era prisionero del Imperio. Ninguna libertad tenía para salir al paso de los diplomáticos brasileños, dueños absolutos de la situación. (…)
El Sargento Mayor José Dolores Molas, legendario héroe del abordaje a los acorazados, había puesto en armas a toda la campaña contra el gobierno. El ejército revolucionario acampó en Luque y solo faltaba el asalto final a la capital.
“En esa difícil circunstancia, Jovellanos y sus ministros, que ya se habían asilado en la Legación brasileña, el 25 de abril de 1874 suscribieron un acta en que solicitaron la intervención armada del Brasil para aplastar la rebelión. Se acordó pasar una nota al Excmo.Enviado Extraordinario y Ministro del Imperio del Brasil, requiriendo el apoyo moral y material de las fuerzas brasileñas para garantizar el orden público y afianzar la autoridad del gobierno legal, desconocida por una rebelión armada encabezada por los sargentos mayores Molas y Ávalos. Ni corto ni perezoso, el ministro del Imperio, Araujo Gondim, ordenó al general Guimaraes, jefe de las fuerzas de ocupación, que al mando de 3500 soldados brasileños marchara a sofocar la rebelión. (…)”.
“Esta era la situación cuando se reunieron en Asunción, los Demarcadores, para canjear los últimos mapas y aprobar las actas finales. No hubo objeciones en ese momento. Al Capitán Domingo Antonio Ortiz se le obligó a retirar su renuncia y a firmar los documentos. Pero tampoco hubo aprobación expresa. Ni el gobierno de Jovellanos, ni el de Juan Bautista Gill que le sucedió el 25 de noviembre de 1874, ni ninguno de los posteriores gobiernos, aprobaron documentalmente las actas y los mapas de la demarcación 1872 – 1874”
(Efraím Cardozo, Los derechos del Paraguay sobre los Saltos del Guairá. El Lector, julio 2018).
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